CONCURSO DE HAIKUS

  Podría parecer solo un poema, y sí, tiene una métrica concreta de diecisiete sílabas desarrolladas en tres versos de cinco, siete y cinco respectivamente, y no requiere que tenga rima, pero sería una forma de definirlo demasiado simple. 

El Haiku actual nace en el siglo XVI, y muy al contrario de esa visión tan minimalista que ostenta, se desarrolla a partir de poemas que se escribían en grupo, los Haikai, que podían llegar a los cien versos. El maestro decidía cuál de sus discípulos sería el «iniciador», y este componía el llamado Hokku, con la métrica antes descrita, que serviría para arrancar la construcción del poema. El resto de los participantes irían proponiendo grupos de versos, con siete y cinco sílabas, hasta conseguir el poema deseado. 

Pero es sabido que lo que resulta tan refinado suele ocurrir, como si de un natural decapado fuera, tras siglos de limpieza, desprendiendo en cada línea lo excesivo, adelgazando los versos del ornato inútil, concentrando la sustancia pura de la idea y evitando la distracción del disolvente espurio. 

Un origen válido del Haiku podría establecerse en los siglos VI y VII, cuando aparece la poderosa dinastía imperial china Tang 唐朝 que dominó durante casi trescientos años una parte importante del subcontinente oriental. Su gran capacidad militar fue paralela al desarrollo, y apoyo, a la cultura en todas sus manifestaciones posibles. 

Confluyó una economía pujante, gracias al enorme comercio conseguido en la ruta de la seda, junto a un periodo de orden y paz, que acompañado de un decidido mecenazgo fue el crisol de ese gran periodo erudito, intelectual e innovador donde la danza, música, literatura, caligrafía, pintura, arquitectura, metalurgia, artesanía e incluso gastronomía vivieron una etapa brillante y refinada.

 La poesía no podía resultar una excepción resultando un periodo para esta exquisito, probablemente el mejor en China, de gran esplendor e influencia para todas las regiones vecinas.En la corte del emperador se declamaban elegantes versos, entre ellos, con notable éxito, los llamados Jueguen, delicados cuartetos de cinco y siete sílabas que se extendieron muy pronto por Corea y Japón. Es muy posible que por ello en tierras niponas, hace mil cuatrocientos años, las antiguas canciones Katauta,hermosos pares inseparables de preguntas y respuestas, ya tenían la métrica del Haiku. Así ocurrió también con la poesía Tanka, muy eficaz para transferir mensajes secretos entre escondidos amantes al estar encriptado el texto en ese derroche de minimalismo o con la poesía cantada Sedôkay Chôka, muy aplaudida en teatros, que usaban la repetida estructura, antes señalada, de versos.  La compleja sociedad nipona hace un ejercicio de síntesis con el Haiku. Reduce a muy pocas líneas el mensaje, lo vuelve extremadamente sencillo, humilde y sobrio, concentrando en solo tres versos breves lo que se quiere comunicar, ciñéndose al lema de «menos es más», y paradójicamente volviéndolo poderoso. La aparente simplicidad del texto, habitualmente disfrazado en eventos y protagonistas de la naturaleza que nos rodea, es capaz de especular y asociar ideas, retándonos a reflexionar, haciendo de la propia esencia del Haikuun enorme altavoz de los sentimientos encontrados.

楽しむ(A disfrutar) 

Queremos disfrutar y que se animen a escribir.

Las reglas son sencillas:

3 versos

5, 7 y 5 sílabas

Debemos usar palabras, espacios, lugares o costumbres relacionadas con Lanzarote o La Graciosa.

Indicar una palabra que resuma el mensaje del Haiku.

Enviarlo antes del día 20 de febrero al correo:

escritoresdelanzarote@gmail.com

En el   «asunto» debéis indicar «CONCURSO DE HAIKUS», e incluir los datos básicos: nombre, apellidos y un teléfono.

Se seleccionarán los diez mejores Haikus para su lectura en el programa de radio: HERRERA EN COPE LANZAROTE, dentro de la sección de libros y literatura de las 11:10 del próximo día martes 20 de febrero.

Se publicarán los seleccionados en la página WEB y se hará lectura de estos en la próxima Feria del Libro Lanzarote 2024 en  la Villa de Teguise.

¡mucha suerte!